Es en el verano cuando las personas tratamos de relajarnos y recobrar energías para el resto del año. En nuestro país ese periodo suele comenzar desde los festejos de fin de año. Es en ésta época cuando comienzan además, las altas temperaturas y la mayor ingesta de alimentos pesados en los días festivos.
Enero suele encontrarnos con algo más de peso y expuestos al calor. La adaptación a las altas temperaturas del verano pueden llevar un tiempo, el que será mayor para las personas mayores de 65 años y los menores de 2 años. ¿Qué ocurre?: al principio puede haber cansancio, debilidad, dolor de cabeza y letargo. ¿Qué hacer?: se aconseja descansar y tomar suficiente líquido, prefiriendo agua y evitando las gaseosas o el alcohol.
Golpe de calor. Sucede cuando -en ausencia de una enfermedad que lo justifique- la temperatura corporal supera los 40 grados centígrados ante elevadas temperaturas ambientales. Es más común en los menores de 2 años y en los mayores de 65 años, quienes requieren atención médica urgente, dado que compromete al sistema nervioso y cardiovascular. Suele comenzar con mareos, debilidad, náuseas, confusión mental (suele iniciarse como irritabilidad en los bebes) y puede generar colapso renal. El tratamiento consiste en poner a la persona a resguardo del sol, en un lugar fresco; retirar la ropa y en lo posible comenzar a enfriarlo con paños frescos ó fríos; y organizar el traslado a un centro de salud para proseguir la atención de la persona afectada bajo supervisión de un profesional.
Medidas de prevención:
Reducir el ejercicio físico y suspenderlo en las horas de mayor intensidad solar (entre las 11 y las 16hs.)
Evitar la exposición al sol por tiempos prolongados. Los menores de 1 año NO pueden exponerse al sol
Incorporar periodos de descanso
Mantener una hidratación adecuada. Idealmente, los días de altas temperaturas, ingerir un vaso con agua cada hora ( independiente del agua que se toma en las comidas).
Controlar la frecuencia y color de las micciones. Una orina dorada ó amarilla intenso indica que falta hidratación. El color de alguien bien hidratado es amarillo claro.
Hay que tener en cuenta que las exposiciones prolongadas a altas temperaturas pueden ocasionar episodios de baja presión. Se dilatan los vasos de la piel y llega menos sangre al corazón, disminuyendo su capacidad para adaptarse al calor, provocando un descenso abrupto de la tensión arterial, que puede ocasionar desmayos y pérdida de conocimiento.
Exposición al sol
El sol tiene radiación ultravioleta. La misma causa quemaduras, envejecimiento cutáneo y puede aumentar el riesgo de padecer cáncer de piel. Es importante considerar que la luz solar también afecta de manera indirecta, como sucede con las superficies reflectantes como el agua, la arena, la nieve y el cemento. Por eso, hay que usar anteojos con filtro para rayos UV y cremas protectoras, aun en días nublados.
El rango de quemaduras solares va de leves a severas, desde enrojecimiento de la piel hasta la aparición de ampollas que pueden provocar deshidratación y requerir atención medica. Las lesiones de primer grado (enrojecimiento) pueden mejorar en 72 horas, si se evita en días sucesivos la exposición al sol. Para ello se usan compresas frías, analgésicos orales para calmar el dolor y cremas locales con aloe vera y vitamina A.
Si tuvimos una lesión de primer grado, es imperioso no exponerse al sol en los días subsiguientes y mantener adecuada la hidratación (idealmente con agua). Cubrir las áreas enrojecidas con ropa clara y de mangas largas y si fue el rostro, con gorras con visera que aíslen la cara del sol. Cubrir siempre con crema protectora factor 50. Evite colocar sobre la piel curaciones caseras que pueden ser más abrasivas para la piel lesionada.
Por otro lado, hay medicamentos que pueden sensibilizar la piel y generar manchas, por ejemplo algunos antibióticos (quinolonas, sulfas, tetraciclinas), drogas para cardiacos (amiodarona, algunos diuréticos, vasodilatadores), ibuprofeno, naproxeno y otros. Ante cualquier duda, consultar siempre con tu médico.
Las mujeres embarazadas son más sensibles a la exposición solar y al golpe de calor. Las manchas en la piel pueden aparecer con mayor frecuencia en éste grupo de mujeres y pueden permanecer en el tiempo. Se recomienda el uso de Factor 50 en todo el cuerpo.
Cómo cuidar la piel
Crema protectora: debe tener factor adecuado a tu tipo de piel, uno alto para la cara y el cuello. Hay que aplicarla 30 minutos antes de la exposición y renovar cada dos horas, luego de sudación excesiva o baños en agua. Evitar la combinación con repelentes de insectos, dado que disminuyen su eficacia. Idealmente protectores factor 50 para el rostro y área del escote y 30 para el resto del cuerpo.
Horario: reducir la exposición entre las 11 y las 16hs. o cuando tu sombra es más corta que tu altura. No deben exponerse al sol los bebés de menos de un año. Luego de esa edad, los niños tienen que usar pantallas solares, con recaudos especiales en cuanto al horario y tiempo de exposición.
Ropa y gorros: si la exposición será prolongada o intensa, utilizar sombrero de ala ancha, camisas y pantalones de géneros de colores claros que impidan la filtración de la luz.
Alimentación
Algunas recomendaciones que te permitirán disfrutar del verano sin presentar ningún percance de salud:
Se sugiere que en los días de altas temperaturas, se restrinjan los alimentos de alto valor calórico y difícil digestión (guiso, cremas, panificados, alcohol, salsas). Elegir en la medida de lo posible alimentos livianos y cuya ingestión sea en pequeñas porciones. Por ejemplo: es tiempo de ensaladas (verduras de hoja, zanahoria, repollo, otros) a las que se le pueden añadir porciones de proteínas (atún, huevo duro, lentejas, soja). En caso de consumir carnes, que éstas sean desgrasadas y livianas (carne, pollo o pescado a la plancha).
Evitar encender el horno a gas en tu casa para disminuir el aumento de la temperatura en el domicilio.
Incorporar licuados de frutas de estación con agua como base o con leche descremada para los niños.
Evitar el uso de azúcar, aprovechando el dulzor de las frutas ó agregando edulcorantes como stevia.
Consumir bebidas frescas en lo posible, idealmente agua. Ingerir 2 litros por día como base en los días de altas temperaturas. Evitar las gaseosas y las bebidas con alcohol. Al agua se le puede agregar limón, jengibre y menta para lograr un agua sabrosa, más saludable y económica que una gaseosa.
¡Poné en práctica una vida saludable!
Dra. Ines Morend – MN° 82675
Coordinación Médica General Centros Ambulatorios OSECAC CABA